miércoles, 3 de agosto de 2011

EL DIA DE LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA












Día de la Independencia de Bolivia


José Manuel Loza Oblitas


“Pasando a votar sobre si los Departamentos del Alto Perú, se erigirían en un Estado Soberano, e Independiente de todas las naciones, tanto del viejo como del nuevo mundo, resultó la afirmativa por plenitud de votos”.

Esa la trascendental decisión a la que llegó la Asamblea Deliberante de los Diputados de las Cinco Provincias del Alto Perú, en la duodécima sesión de ese cuerpo legislativo que, el 6 de agosto de 1825, proclamó la independencia de esta parte del continente americano, mediante el voto de 47 parlamentarios, que se reunieron desde el 10 de julio de ese año en Chuquisaca, en la actual Casa de la Libertad, donde fue rubricada el Acta de la Independencia.

Esa Asamblea, a la que podemos denominar como de la INDEPENDENCIA, convocada mediante Decreto por el Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre y Alcalá, debía reunirse en principio en la ciudad de Oruro, el 19 de abril, pero a pedido de algunos diputados, por el frío invierno en esa región, el encuentro se difirió para el 24 de junio, en la ciudad de Chuquisaca.

Sin embargo, por la distancia, por cuanto los diputados debían trasladarse a lomo de mula o caballo, o en carretas tiradas por acémilas, la Asamblea no logró inaugurarse en la fecha mencionada, sino el 10 de julio, 5  meses después de haber sido convocada.

La Asamblea de las provincias del Alto Perú se reunió en 31 oportunidades, desde el 10 de julio hasta el 2 de octubre de ese memorable año de 1825, tiempo en el que se debatió sobre el destino de las provincias altoperuanas, desechándose que las mismas se unan tanto al Bajo Perú como al Río de la Plata, además de sentarse las bases de los cimientos de lo que sería la República Bolívar, al principio, la República Boliviana después y hoy la República de Bolivia.

Ya el 5 de agosto, en la segunda sesión secreta de la Asamblea, se adoptaron las decisiones principales que luego serían ratificadas por los posteriores plenarios públicos:

Fueron presentados los siguientes proyectos de Ley:

1.- El Inmortal Presidente Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar, es el buen Padre y la más firme esperanza del nuevo Estado que forman las provincias del Alto Perú unidas.

2.- La denominación de este nuevo Estado es y será para lo sucesivo la de República de Bolívar.

3.- La capital de la República y su Departamento se llamará de Sucre.

4.- El seis de agosto y nueve de diciembre, días memorables, en que se dieron las célebres batallas de Junín y Ayacuchu serán consagrados cada año a una fiesta cívica en todo el Territorio de la República.

5.- Serán igualmente celebrados en la República los días del Nacimiento de Bolívar y Sucre; más esta resolución no tendrá efecto sino después de la vida de estos héroes.

Entre los proyectos, que en su mayoría fueron aprobados después del 6 de agosto, también se encontraban la construcción de una Lámina de Oro, simbólica de la Libertad de la República;  la colocación de retratos de los Libertadores en oficinas públicas; la construcción de estatuas ecuestre y pedestre de ambos; la ciudadanía para todos los que combatieron en Junín y Ayacuchu; el premio de un millón de pesos al Ejército Libertador; el escudo armas de la nueva República, la moneda y la enseña nacional.

En lo que se refiere a la independencia de las Cinco Provincias, el tema ya fue definido en la octava sesión de la Asamblea, el 28 de julio de 1825, cuando después de los debates, se consideró que la materia había sido “bastante discutida” nombrándose a la comisión que redactaría la ahora famosa Declaración de la Independencia de Bolivia.

La referida Comisión estuvo compuesta por José Mariano Serrano, Presidente y Diputado por Charcas; José María Mendizábal, Vicepresidente y Diputado por La Paz; Manuel María Urcullo, Diputado por Charcas; Casimiro de Olañeta, Diputado por Charcas;  José María Dalence, Diputado por Charcas; Manuel Mariano Centeno, Diputado por Cochabamba  y José María Asín, Diputado por La Paz.

LA SESIÓN DE LA INDEPENDENCIA

Nos remitimos al Redactor de la Asamblea de Representantes de 1825, para conocer en profundidad lo tratado ese 6 de agosto de 1825, en la ciudad de La Plata, en la actual Casa de la Libertad, ubicada en la Plaza 25 de Mayo, en la que nació nuestra Patria, Bolivia, primero bajo el denominativo de Bolívar, en homenaje al Libertador.

En la duodécima sesión, “en la ciudad de Chuquisaca”, nos señala el referido documento, “los señores Representantes de las provincias que componen el Alto Perú, se congregaron en la sala destinada para las sesiones de la Asamblea general, y habiéndose informado por la Comisión de Poderes, de la legitimidad de las credenciales manifestadas por el Sr. Don Vicente Antonio Seoane, Diputado electo por el departamento de Santa Cruz, se le llamó para que prestase, como en efecto prestó, el juramento que previene el reglamento.

Enseguida se le hizo presente por el señor Presidente, que la sala había discutido en varias sesiones sobre el destino de las provincias del Alto Perú, y que se había suspendido su resolución en este punto, que es el principal objeto de la Asamblea, sólo porque faltaba la representación del departamento de Santa Cruz, y que aunque se había determinado proceder a la votación sin perjuicio de la libertad que se dejaba a los Sres. Diputados de dicho departamento para hacer sus observaciones y expresar francamente su sentir, más, hallándose ya reunido el señor Seoane podía exponer su opinión conforme al voto general de los pueblos que representa, a lo que contestó el Sr. Diputado decidiéndose por la Independencia de estas provincias.

Con lo cual, después de haber meditado detenidamente en las sesiones anteriores, sobre todos los aspectos que pueden influir en la decisión de la suerte de esta parte del nuevo mundo, resolvieron de común acuerdo formar un Estado Soberano e Independiente, declarando su voluntad a nombre de los pueblos sus comitentes, en las tres votaciones nominales que sucesivamente se celebraron, presidiendo la sala el Sr. Lanza por haber tomado voto el Sr. Presidente de la Asamblea, en las siguientes proporciones:

Primero.- Si los departamentos del Alto Perú se unirán a la República Argentina o se declararán separados por ser esto más conveniente a sus intereses y felicidad.

Se resolvió la separación por uniformidad de sufragios que expresaron los Sres. Diputados.

Luego se pasó a votar sobre si el Alto Perú quedará unido con la República Bajo Peruana, o también se declararía separado.

Los Sres. Velarde y Gutiérrez, Diputados por La Paz, dieron su voto por la unión de los departamentos del Alto Perú con los del Bajo para formar con ellos un cuerpo social, mas, todos los demás votos de los Sres. anotados a consecuencia de la primera proposición fueron a favor de la separación, la que quedó resuelta.

Pasando a votar sobre si los Departamentos del Alto Perú, se erigirían en un Estado Soberano, e Independiente de todas las naciones, tanto del viejo como del nuevo mundo, resultó la afirmativa por plenitud de votos.

En consecuencia y publicadas las resoluciones, leyó en la Tribuna el Sr. Secretario Diputado Moscoso el Acta de la Independencia, la que, al final, fue firmada por todos los Sres. Diputados y se suspendió la sesión, quedando señalada para la siguiente el día 8 del que rige; y la firmaron todos los Sres. Concurrentes.

LOS FESTEJOS EN CHUQUISACA

 Al d¡a siguiente los chuquisaqueños se aprestaban a concurrir a las ceremonias programadas como homenaje a la Declaración de la Independencia.

El aroma de las flores, incienso y otras especies fraganciosas se expandía por el centro capitalino, donde se concentraban los ciudadanos con sus mejores galas. Las damas, las más bellas de La Plata, adornaban la plaza donde se encontraba la Catedral Metropolitana.

El 7 de agosto no hubo sesión, pero los diputados de la Asamblea Deliberante, junto a otras autoridades, además de la eufórica ciudadanía, asistieron a la Catedral Metropolitana de Chuquisaca,  en la que el Cabildo Eclesiástico celebró un oficio solemne de acción de gracias al Todopoderoso, por lograr el triunfo de la libertad y la Fundación de la República, la que aún no tenía nombre.

LA PRIMERA SESION

Pero debemos recordar también a la primera sesión de la Asamblea, por cuanto, al igual que la del 6 de agosto, se constituye en una fecha memorable, del inicio de esa reunión en la que confluyeron diputados de las cinco provincias altoperuanas, para fundar lo que es hoy Bolivia, cuyo legado heredamos todos los bolivianos.

La primera sesión de la Asamblea de Representantes  de las cinco provincias del Alto Perú, fue inaugurada en la ciudad de La Plata el 10 de julio de 1825 , bajo la presidencia del Doctor José Mariano Serrano, como Vicepresidente el doctor José María Mendizábal y Secretarios el doctor Angel Mariano Moscoso y don Ignacio Sanjinés, quienes fueron  elegidos por pluralidad de votos, con la asistencia de 39 diputados, los que juraron “observar y proteger la observancia de la Religión Católica Apostólica Romana, desempeñar el cargo de Representantes, según el voto de las Provincias de su representación y guardar inviolable secreto en los casos que prescribe el reglamento”.
Finalizado ”este acto religioso”, el Presidente posesionado, el doctor José Mariano Serrano, ofreció su mensaje, señalando que “al término de diez y seis años de combates y sangrienta lucha por la libertad, me toca la honra de instalar la primera augusta representación del Alto Perú…”.

Después de su discurso, declaró “instalada la Asamblea, y una comisión de cinco individuos del cuerpo, acompañada de todas las corporaciones pasó a la Iglesia Catedral, donde se celebró una Misa solemne, y cantó el Te Deum en acción de gracias de haber logrado estas provincias la libertad y posesión de sus primitivos derechos que tantos sacrificios les habían merecido”.

En la oportunidad “el señor doctoral don Pedro Brito, pronunció desde la Cátedra del Espíritu Santo, una oración análoga a las circunstancias, entretanto que salvas de artillería y un pique general anunciaban al público tan interesante acto”.

“Después de la misa salió la comisión acompañada siempre de las corporaciones, y honorable concurso y regresó a la Sala de sesiones, donde recibió la Asamblea reunida las felicitaciones de los cuerpos, manifestadas del modo más respetuoso y expresivo, a las que contestó el señor Presidente”.

Concluida esta Ceremonia, se leyó en la Tribuna el Mensaje dirigido por el Excelentísimo señor, Gran Mariscal de Ayacucho encargado del Gobierno de los Departamentos del Alto Perú, y acabado., tomó la palabra el señor Olañeta, y pronunció un discurso manifestando los enérgicos sentimientos y loable entereza de que debían animarse todos los señores representantes, para arrostrar los peligros que podían ofrecérseles en la marcha del delicado encargo que se había fiado a sus luces y probidad y exortándolos a que se condujesen del modo más digno en sus augustas funciones”.

“Enseguida hizo presente el señor Presidente, que el Gran Mariscal de Ayacucho, le dejó encargado pusiese a disposición de la Asamblea el bastón de Presidente del Departamento, para que ella eligiese al que debía gobernar mientras duren sus sesiones; más, habiéndose representado, ser ya tarde y que sería más oportuno dejar la elección para el día siguiente, declaró el señor presidente concluida la sesión, señalando la segunda para el día de mañana y firmó esta acta, y con él ambos secretarios”.









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