miércoles, 3 de agosto de 2011

EL DIA DE LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA












Día de la Independencia de Bolivia


José Manuel Loza Oblitas


“Pasando a votar sobre si los Departamentos del Alto Perú, se erigirían en un Estado Soberano, e Independiente de todas las naciones, tanto del viejo como del nuevo mundo, resultó la afirmativa por plenitud de votos”.

Esa la trascendental decisión a la que llegó la Asamblea Deliberante de los Diputados de las Cinco Provincias del Alto Perú, en la duodécima sesión de ese cuerpo legislativo que, el 6 de agosto de 1825, proclamó la independencia de esta parte del continente americano, mediante el voto de 47 parlamentarios, que se reunieron desde el 10 de julio de ese año en Chuquisaca, en la actual Casa de la Libertad, donde fue rubricada el Acta de la Independencia.

Esa Asamblea, a la que podemos denominar como de la INDEPENDENCIA, convocada mediante Decreto por el Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre y Alcalá, debía reunirse en principio en la ciudad de Oruro, el 19 de abril, pero a pedido de algunos diputados, por el frío invierno en esa región, el encuentro se difirió para el 24 de junio, en la ciudad de Chuquisaca.

Sin embargo, por la distancia, por cuanto los diputados debían trasladarse a lomo de mula o caballo, o en carretas tiradas por acémilas, la Asamblea no logró inaugurarse en la fecha mencionada, sino el 10 de julio, 5  meses después de haber sido convocada.

La Asamblea de las provincias del Alto Perú se reunió en 31 oportunidades, desde el 10 de julio hasta el 2 de octubre de ese memorable año de 1825, tiempo en el que se debatió sobre el destino de las provincias altoperuanas, desechándose que las mismas se unan tanto al Bajo Perú como al Río de la Plata, además de sentarse las bases de los cimientos de lo que sería la República Bolívar, al principio, la República Boliviana después y hoy la República de Bolivia.

Ya el 5 de agosto, en la segunda sesión secreta de la Asamblea, se adoptaron las decisiones principales que luego serían ratificadas por los posteriores plenarios públicos:

Fueron presentados los siguientes proyectos de Ley:

1.- El Inmortal Presidente Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar, es el buen Padre y la más firme esperanza del nuevo Estado que forman las provincias del Alto Perú unidas.

2.- La denominación de este nuevo Estado es y será para lo sucesivo la de República de Bolívar.

3.- La capital de la República y su Departamento se llamará de Sucre.

4.- El seis de agosto y nueve de diciembre, días memorables, en que se dieron las célebres batallas de Junín y Ayacuchu serán consagrados cada año a una fiesta cívica en todo el Territorio de la República.

5.- Serán igualmente celebrados en la República los días del Nacimiento de Bolívar y Sucre; más esta resolución no tendrá efecto sino después de la vida de estos héroes.

Entre los proyectos, que en su mayoría fueron aprobados después del 6 de agosto, también se encontraban la construcción de una Lámina de Oro, simbólica de la Libertad de la República;  la colocación de retratos de los Libertadores en oficinas públicas; la construcción de estatuas ecuestre y pedestre de ambos; la ciudadanía para todos los que combatieron en Junín y Ayacuchu; el premio de un millón de pesos al Ejército Libertador; el escudo armas de la nueva República, la moneda y la enseña nacional.

En lo que se refiere a la independencia de las Cinco Provincias, el tema ya fue definido en la octava sesión de la Asamblea, el 28 de julio de 1825, cuando después de los debates, se consideró que la materia había sido “bastante discutida” nombrándose a la comisión que redactaría la ahora famosa Declaración de la Independencia de Bolivia.

La referida Comisión estuvo compuesta por José Mariano Serrano, Presidente y Diputado por Charcas; José María Mendizábal, Vicepresidente y Diputado por La Paz; Manuel María Urcullo, Diputado por Charcas; Casimiro de Olañeta, Diputado por Charcas;  José María Dalence, Diputado por Charcas; Manuel Mariano Centeno, Diputado por Cochabamba  y José María Asín, Diputado por La Paz.

LA SESIÓN DE LA INDEPENDENCIA

Nos remitimos al Redactor de la Asamblea de Representantes de 1825, para conocer en profundidad lo tratado ese 6 de agosto de 1825, en la ciudad de La Plata, en la actual Casa de la Libertad, ubicada en la Plaza 25 de Mayo, en la que nació nuestra Patria, Bolivia, primero bajo el denominativo de Bolívar, en homenaje al Libertador.

En la duodécima sesión, “en la ciudad de Chuquisaca”, nos señala el referido documento, “los señores Representantes de las provincias que componen el Alto Perú, se congregaron en la sala destinada para las sesiones de la Asamblea general, y habiéndose informado por la Comisión de Poderes, de la legitimidad de las credenciales manifestadas por el Sr. Don Vicente Antonio Seoane, Diputado electo por el departamento de Santa Cruz, se le llamó para que prestase, como en efecto prestó, el juramento que previene el reglamento.

Enseguida se le hizo presente por el señor Presidente, que la sala había discutido en varias sesiones sobre el destino de las provincias del Alto Perú, y que se había suspendido su resolución en este punto, que es el principal objeto de la Asamblea, sólo porque faltaba la representación del departamento de Santa Cruz, y que aunque se había determinado proceder a la votación sin perjuicio de la libertad que se dejaba a los Sres. Diputados de dicho departamento para hacer sus observaciones y expresar francamente su sentir, más, hallándose ya reunido el señor Seoane podía exponer su opinión conforme al voto general de los pueblos que representa, a lo que contestó el Sr. Diputado decidiéndose por la Independencia de estas provincias.

Con lo cual, después de haber meditado detenidamente en las sesiones anteriores, sobre todos los aspectos que pueden influir en la decisión de la suerte de esta parte del nuevo mundo, resolvieron de común acuerdo formar un Estado Soberano e Independiente, declarando su voluntad a nombre de los pueblos sus comitentes, en las tres votaciones nominales que sucesivamente se celebraron, presidiendo la sala el Sr. Lanza por haber tomado voto el Sr. Presidente de la Asamblea, en las siguientes proporciones:

Primero.- Si los departamentos del Alto Perú se unirán a la República Argentina o se declararán separados por ser esto más conveniente a sus intereses y felicidad.

Se resolvió la separación por uniformidad de sufragios que expresaron los Sres. Diputados.

Luego se pasó a votar sobre si el Alto Perú quedará unido con la República Bajo Peruana, o también se declararía separado.

Los Sres. Velarde y Gutiérrez, Diputados por La Paz, dieron su voto por la unión de los departamentos del Alto Perú con los del Bajo para formar con ellos un cuerpo social, mas, todos los demás votos de los Sres. anotados a consecuencia de la primera proposición fueron a favor de la separación, la que quedó resuelta.

Pasando a votar sobre si los Departamentos del Alto Perú, se erigirían en un Estado Soberano, e Independiente de todas las naciones, tanto del viejo como del nuevo mundo, resultó la afirmativa por plenitud de votos.

En consecuencia y publicadas las resoluciones, leyó en la Tribuna el Sr. Secretario Diputado Moscoso el Acta de la Independencia, la que, al final, fue firmada por todos los Sres. Diputados y se suspendió la sesión, quedando señalada para la siguiente el día 8 del que rige; y la firmaron todos los Sres. Concurrentes.

LOS FESTEJOS EN CHUQUISACA

 Al d¡a siguiente los chuquisaqueños se aprestaban a concurrir a las ceremonias programadas como homenaje a la Declaración de la Independencia.

El aroma de las flores, incienso y otras especies fraganciosas se expandía por el centro capitalino, donde se concentraban los ciudadanos con sus mejores galas. Las damas, las más bellas de La Plata, adornaban la plaza donde se encontraba la Catedral Metropolitana.

El 7 de agosto no hubo sesión, pero los diputados de la Asamblea Deliberante, junto a otras autoridades, además de la eufórica ciudadanía, asistieron a la Catedral Metropolitana de Chuquisaca,  en la que el Cabildo Eclesiástico celebró un oficio solemne de acción de gracias al Todopoderoso, por lograr el triunfo de la libertad y la Fundación de la República, la que aún no tenía nombre.

LA PRIMERA SESION

Pero debemos recordar también a la primera sesión de la Asamblea, por cuanto, al igual que la del 6 de agosto, se constituye en una fecha memorable, del inicio de esa reunión en la que confluyeron diputados de las cinco provincias altoperuanas, para fundar lo que es hoy Bolivia, cuyo legado heredamos todos los bolivianos.

La primera sesión de la Asamblea de Representantes  de las cinco provincias del Alto Perú, fue inaugurada en la ciudad de La Plata el 10 de julio de 1825 , bajo la presidencia del Doctor José Mariano Serrano, como Vicepresidente el doctor José María Mendizábal y Secretarios el doctor Angel Mariano Moscoso y don Ignacio Sanjinés, quienes fueron  elegidos por pluralidad de votos, con la asistencia de 39 diputados, los que juraron “observar y proteger la observancia de la Religión Católica Apostólica Romana, desempeñar el cargo de Representantes, según el voto de las Provincias de su representación y guardar inviolable secreto en los casos que prescribe el reglamento”.
Finalizado ”este acto religioso”, el Presidente posesionado, el doctor José Mariano Serrano, ofreció su mensaje, señalando que “al término de diez y seis años de combates y sangrienta lucha por la libertad, me toca la honra de instalar la primera augusta representación del Alto Perú…”.

Después de su discurso, declaró “instalada la Asamblea, y una comisión de cinco individuos del cuerpo, acompañada de todas las corporaciones pasó a la Iglesia Catedral, donde se celebró una Misa solemne, y cantó el Te Deum en acción de gracias de haber logrado estas provincias la libertad y posesión de sus primitivos derechos que tantos sacrificios les habían merecido”.

En la oportunidad “el señor doctoral don Pedro Brito, pronunció desde la Cátedra del Espíritu Santo, una oración análoga a las circunstancias, entretanto que salvas de artillería y un pique general anunciaban al público tan interesante acto”.

“Después de la misa salió la comisión acompañada siempre de las corporaciones, y honorable concurso y regresó a la Sala de sesiones, donde recibió la Asamblea reunida las felicitaciones de los cuerpos, manifestadas del modo más respetuoso y expresivo, a las que contestó el señor Presidente”.

Concluida esta Ceremonia, se leyó en la Tribuna el Mensaje dirigido por el Excelentísimo señor, Gran Mariscal de Ayacucho encargado del Gobierno de los Departamentos del Alto Perú, y acabado., tomó la palabra el señor Olañeta, y pronunció un discurso manifestando los enérgicos sentimientos y loable entereza de que debían animarse todos los señores representantes, para arrostrar los peligros que podían ofrecérseles en la marcha del delicado encargo que se había fiado a sus luces y probidad y exortándolos a que se condujesen del modo más digno en sus augustas funciones”.

“Enseguida hizo presente el señor Presidente, que el Gran Mariscal de Ayacucho, le dejó encargado pusiese a disposición de la Asamblea el bastón de Presidente del Departamento, para que ella eligiese al que debía gobernar mientras duren sus sesiones; más, habiéndose representado, ser ya tarde y que sería más oportuno dejar la elección para el día siguiente, declaró el señor presidente concluida la sesión, señalando la segunda para el día de mañana y firmó esta acta, y con él ambos secretarios”.









PRIMERA BANDERA



Primera Bandera de la República

La Asamblea general de la República Bolívar, deseando fijar las banderas de este nuevo Estado, ha decretado y decreta lo que sigue:
1º La bandera nacional será bicolor, verde y punzó; el campo principal será punzó, y a uno y otro costado irán colocadas dos fajas verdes del ancho de un pie: sobre el campo punzó se colocarán cinco óvalos verdes, formados de ramas de olivo y laurel, uno en el medio y cuatro en los costados, y dentro de cada uno de éstos óvalos se colocará una estrella color de oro.
2º La bandera menor sólo llevará en el centro del campo punzó, uno de los óvalos mencionados en el artículo anterior, con una estrella en el medio.
Comuníquese a S. E. el Gran Mariscal de Ayacucho, para que lo eleve al conocimiento de S. E. el Libertador, y lo mande imprimir, publicar y circular.
Dado en la Sala de sesiones de Chuquisaca a 17 de agosto de 1825.- José Mariano Serrano, Presidente.- Angel Mariano Moscoso, Diputado Secretario.- José Ignacio Sanjinés, Diputado Secretario.

PRIMER ESCUDO



Primer Escudo de Armas
17 de agosto de 1825


                                                         
"La Asamblea General de la República Bolívar, deseando fijar el Escudo de Armas del nuevo Estado, ha venido, en decretar y decreta lo que sigue:

1o El escudo de armas de la república de Bolivar estará dividido en cuatro cuarteles  dos de ellos grandes, saber el de la parte superior y el del pie y el  del medio dividido por la mitad, formará los otros dos. 

 2o- En el cuartel superior se verán cinco estrellas de plata sobre esmalte o campo azul, y estas serán significativas de los cinco departamentos que forman la República. 

3o.- En el cuartel del pie del Escudo se verá el Cerro de Potosí, sobre campo de oro, y esto denotará la riqueza de la República en el Reino Mineral. 

 4o.- En el cuartel del medio, en el costado, ira grabado sobre campo blanco el árbol prodigioso denominado del pan, que se encuentra en varias de las montañas de la República, significándose por el la riqueza del Estado en el Reino, Vegetal. 

5o.- Al costado de dicho cuartel se verá, sobre campo o esmalte verde, una alpaca, y esto significará la riqueza del Estado en el Reino Animal. 

 6o.- A la cabeza del Escudo se verá la Gorra de la Libertad y dos genios a los lados de ella, teniendo por los extremos una cinta en que se lea "República de Bolívar". 

 7o.- La Escarapela que han de llevar los ciudadanos de la República será bicolor, como sus banderas, es decir entre verde y punzó, y una estrella color de oro en el centro. 

             Comuníquese a S.E. el Gran Mariscal de Ayacucho, para que lo eleve a conocimiento de S.E. el Libertador, y lo mande imprimir, circular y publicar. 

             Dado en la Sala de Sesiones de Chuquisaca, a 17 de agosto de 1825.- José Mariano Serrano, Presidente.- Angel  Mariano Moscoso, Diputado Secretario.- José Ignacio de Sanjines, Diputado Secretario."

                                                


 

ACTA DE LA INDEPENDENCIA













ACTA DE LA INDEPENDENCIA
DE LAS PROVINCIAS DEL ALTO PERU

6 de Agosto de 1825
Lanzándose furioso el León de Iberia desde las columnas de Hércules hasta los imperios de Moctezuma, y de Atahuallpa, es por muchas centurias que ha despedazado el desgraciado cuerpo de América y nutrídose con su sustancia. Todos los estados del continente pueden mostrar al mundo sus profundas heridas para comprobar el dilaceramiento que sufrieron; pero el Alto Perú aún las tiene más enormes, y la sangre que vierten hasta el día, es el monumento más auténtico de la ferocidad de aquel monstruo.
Después de diez y seis años que la América ha sido un campo de batalla, y que en toda su extensión los gritos de libertad, repetidos por sus hijos, se han encontrado los de los unos con los de los otros, sin quedar un ángulo en toda la tierra, donde este sagrado nombre no hubiese sido el encanto del americano y la rabia del español, después que en tan dilatada lucha, las naciones del mundo han recibido diferentes informaciones de la justicia y legalidad con que las regiones todas de América han apelado, para salvarse, a la santa insurrección; cuando los genios de Junín y de Ayacucho han purgado la tierra de la raza de los déspotas; cuando en fin grandes naciones han reconocido ya la independencia de Méjico, Colombia y Buenos Ayres, cuyas quejas y agravios no han sido superiores a las del Alto Perú: sería superfluo presentar un nuevo manifiesto justificativo de la resolución que tomamos.
El mundo sabe que el Alto Perú ha sido, en el Continente de América, el ara donde se virtió la primera sangre de los libres, y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos: que Charcas, Potosí , Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, han hecho constantes esfuerzos para sacudir el yugo peninsular; y que la irretractabilidad de sus votos contra el dominio español, su heroica oposición, han detenido mil veces las impetuosas marchas del enemigo sobre regiones que, sin esto, habrían sido encadenadas, o salvándose solo con el último y más prodigioso de los esfuerzos.
El mundo sabe también, que colocados en el corazón del continente, destituidos de armas y de toda clase de elementos de guerra, sin las proporciones que los otros estados para obtenerlos en las naciones de ultramar, los alto-peruanos han abatido el estado de los déspotas en Aroma y La Florida, en Chiquitos, Tarabuco, Sinti, en los valles de Sicasica y Ayopaya, Tumusla, y en otros puntos diferentes; que el incendio bárbaro de más de cien pueblos, el saqueo de las ciudades, cadalsos por cientos levantados contra los libres, la sangre de miles de mártires de la patria ultimados con suplicios atroces que estremecerían a los caribes, contribuciones, pechos y exacciones arbitrarias e inhumanas, la inseguridad absoluta del honor, de la vida, de las personas y propiedades y un sistema, en fin, inquisitorial, atroz y salvaje, no han podido apagar en el Alto Perú el fuego de la libertad, el odio santo al poder de Iberia.
Cuando pues, nos llega la vez de declarar nuestra independencia de la España y decretar nuestro futuro destino en un modo decoroso, legal y solemne, creemos llenar nuestro deber de respeto a las naciones extranjeras y de información consiguiente de las razones poderosas, y justos fundamentos impulsores de nuestra conducta, reproduciendo cuanto han publicado los manifiestos de los otros estados de América con respecto a la crueldad, injusticia, opresión y ninguna protección con que han sido tratados por el gobierno español; pero si esto, y la seguridad con que protestamos a presencia del gran padre del Universo, que ninguna región del continente de Colón ha sido tan tiranizado como el Alto Perú, no bastase a persuadir nuestra justicia, apelaremos a la publicidad con que las legiones españolas, y sus jefes más principales, han profanado los altares, atacado el dogma, han insultado el culto, al mismo tiempo que el gabinete de Madrid ha fomentado, desde la conquista, la mas hórrida y destructora superstición: les mostraremos un territorio con más de trescientas leguas de extensión de norte a sur y casi otras tantas de este a oeste, con ríos navegables, con terrenos feraces, con todos los tesoros del reino vegetal en las inmensas montañas de Yungas, Apolobamba, Yuracaré, Mojos y Chiquitos, poblado de los animales los más preciosos y útiles para el sustento, recreo e industria del hombre; situado donde existe el gran manantial de los metales que hace la dicha del orbe, y le llenan de opulencia, con una población, en fin, superior a la que tienen las repúblicas Argentina y la de Chile; todo esto les mostraríamos y diríamos: ved, que donde ha podido existir un floreciente imperio, solo aparece, bajo la torpe y desecante mano de Iberia, el símbolo de la ignorancia, del fanatismo, de la esclavitud e ignominia; venid y ved en una educación bárbara calculada para romper todos los resortes del alma, en una agricultura agonizante guiada por sola rutina, en el monopolio escandaloso del comercio, en el desplome e inutilización de nuestras poderosas minas, por la barbarie del poder español, en el cuidado con que en el siglo 19 se ha tratado de perpetuar entre nosotros solo los conocimientos, artes y ciencias del siglo 8º, venid, en fin, y si cuando contempléis a nuestros hermanos los indígenas, hijos del grande Manco-Capac, no se cubren vuestros ojos de torrentes de lágrimas, viendo en ellos hombres los más desgraciados, esclavos tan humillados, seres sacrificados a tantas clases de tormentos, ultrajes y penurias, diréis que respecto de ellos parecerían los Ilotas ciudadanos de Esparta, y hombres muy dichosos los Nijeros Ojandalams del Indostán, concluyendo con nosotros, que nada es tan justo como romper los inicuos vínculos con que fuimos uncidos a la cruel España.
Nosotros habríamos también presentado al mundo una nerviosa y grande manifestación de los sólidos fundamentos con que después de las más graves prolijas, y detenidas meditaciones hemos creído interesar a nuestra dicha, no asociarnos, ni a la República del Bajo Perú ni a la del Río de la Plata, si los respetables Congresos de una y otra, presididos de la sabiduría, desinterés y prudencia, no nos hubiesen dejado en plena libertad para disponer de nuestra suerte. Pero cuando la Ley de 9 de mayo del uno, y el decreto de 23 de febrero del otro, muestran notoriamente un generoso y laudable desprendimiento, relativamente a nuestro futuro destino, y colocan en nuestras propias manos la libre y espontánea decisión de lo que mejor conduzca nuestra felicidad y gobierno; protestando a uno y otro estado eterno reconocimiento, junto con nuestra justa consideración, y ardientes votos de amistad, paz y buena correspondencia, hemos venido por unanimidad de sufrajios en fijar la siguiente:
DECLARACION
La representación soberana de la provincias del Alto Perú, profundamente penetrada del grandor e inmenso peso, de su responsabilidad para con el cielo y con la tierra, en el acto de pronunciar la futura suerte de sus comitentes, despojándose en las aras de la justicia de todo espíritu de parcialidad, interés y miras privadas; habiendo implorado, llena de sumisión y respetuoso ardor, la paternal asistencia del Hacedor santo del orbe, y tranquila en lo íntimo de su conciencia por la buena fé, detención, justicia, moderación y profundas meditaciones que presiden a la presente resolución, declara solemnemente a nombre y absoluto poder de sus dignos representantes: Que ha llegado el venturoso día en que los inalterables y ardientes votos del Alto Perú, por emanciparse del poder injusto, opresor y miserable del rey Fernando 7º, mil veces corroborados con la sangre de sus hijos, consten con la solemnidad y autenticidad que al presente y que cese para con esta privilegiada región la condición degradante de colonia de la España, junto con toda dependencia, tanto de ella, como de su actual y posteriores monarcas: que en consecuencia, y siendo al mismo tiempo interesante a su dicha, no asociarse a ninguna de las repúblicas vecinas, se erije en un estado soberano e independiente de todas las naciones, tanto del viejo como del nuevo mundo; y los departamentos del Alto Perú, firmes y unánimes en esta tan justa y magnánima resolución, protestan a la faz de la tierra entera, que su voluntad irrevocable es gobernarse por sí mismos y ser regidos por la constitución, leyes y autoridades que ellos propios se diesen, y creyesen más conducentes a su futura felicidad en clase de nación, y el sostén inalterable de su santa religión Católica y de los sacrosantos derechos de honor, vida, libertad, igualdad, propiedad y seguridad. Y para la invariabilidad y firmeza de ésta resolución, se ligan vinculan y comprometen, por medio de esta representación soberana, a sostenerla tan firme constante y heroicamente, que en caso necesario serán consagrados con placer a su cumplimiento, defensa e inalterabilidad, la vida misma con los haberes, y cuanto hay grato para los hombres.
Imprímase, Comuníquese a quien corresponda para su publicación y circulación.
Dada en la sala de sesiones en 6 de agosto de 1825, firmada de nuestra mano, y refrendada por nuestros diputados secretarios.
José Mariano Serrano, diputado por Charcas, Presidente.- José María Mendizábal diputado por La Paz, Vice Presidente.- José María de Asín, diputado por La Paz .- Miguel José Cabrera, diputado por Cochabamba.- Miguel Fermín Aparicio, diputado por La Paz, José Miguel Lanza diputado por La Paz.- Fermín Eyzaguirre diputado por La Paz. - Francisco Vidal diputado por Cochabamba.- Melchor Daza diputado por Potosí, Manuel José Calderón, diputado por Potosí.- Dr. Manuel Antonio Arellano, diputado por Potosí. - José Ballivián diputado por La Paz.- Dr. José Manuel Perez, diputado por Cochabamba.- Martín Cardón, diputado por La Paz.- Dr. Juan Manuel Velarde diputado por La Paz.- Francisco María Pinedo diputado por La Paz.- José Indalecio Calderón y San Ginez, diputado de La Paz.-Casimiro Olañeta diputado por Charcas.- Manuel Anselmo de Tapia diputado por Potosí.- Manuel María Urcullo diputado por Charcas.- Dr Rafael Monje diputado por La Paz.- Dr Eusebio Gutiérrez diputado por La Paz.- Nicolás de Cabrera diputado por Cochabamba.- Manuel Martín diputado por Potosí.- Manuel Mariano Centeno diputado por Cochabamba.- Dionisio de la Borda diputado por Cochabamba, Manuel Argote diputado por Potosí.- José Antonio Pallares, diputado por Potosí.- José Eustaquio Gareca, diputado por Potosí.- José Manuel Tames, diputado por Cochabamba.- Dr. Pedro Terrazas diputado por Cochabamba.- José María Dalence diputado por Charcas.- Melchor Paz diputado por Cochabamba.- Francisco Palazuelos diputado por Charcas.- Miguel Vargas diputado por Cochabamba.- Antonio Vicente Seoane diputado por Santa Cruz.- Manuel María García diputado por Potosí.- Marcos Escudero diputado por Cochabamba.- Mariano Méndez diputado por Cochabamba.- Manuel Cabello diputado por Cochabamba.- Dr. José Mariano Enriquez, diputado por Potosí, Isidoro Trujillo, diputado por Potosí.- José Manuel Montoya diputado por Potosí.- Ambrosio Mariano Hidalgo diputado por Charcas.- Martiniano Vargas diputado por Potosí, Vicente Caballero, diputado por Santa Cruz, José Ignacio de San Ginez diputado por Potosí, Secretario.- Ángel Mariano Moscoso, diputado por Charcas, Secretario.


Cronología de la Independencia de Bolivia
1825



9 de febrero.- El Gran Mariscal de Ayacucho, General en Jefe del Ejército Unido Libertador, convoca a una Asamblea General de Diputados de las provincias del Alto Perú para que sancione un régimen de Gobierno Provisorio y decida sobre la suerte y el destino de estas Provincias, las que, mientras tanto, quedarán dependientes de la primera Autoridad del Ejército Unido (Bolívar). Decreto expedido en el Cuartel General de la Paz.

30 de abril.- El Mariscal de Ayacucho, acompañado de una selecta comitiva, partió de Potosí con rumbo a Chuquisaca, en donde fue objeto de solemne recepción, tan suntuosa como conmovedora.

El Mariscal Sucre le escribió al Libertador Bolívar, comentando el apoteósico recibimiento brindado, en estos términos: "Entre todas las recepciones que me han tributado tres naciones, ninguna tuvo la solemnidad que la de Chuquisaca".

16 de mayo.- Las provincias del Alto Perú quedan sujetas a la autoridad inmediata del General en Jefe del Ejército Unido Libertador, hasta que se reúna la Asamblea de Representantes, delibere ésta y el Congreso del Perú sancione su decisión. Decreto del Libertador dado en el Cuartel General de Arequipa.

10 de julio.- Se instaló en Chuquisaca la primera Asamblea Deliberante, convocada por el Mariscal José Antonio de Sucre.

6 de agosto.-  El 26 de julio, el Libertador "del Cuzco se encaminó a la capital del departamento de Puno, donde llegó el día 6 de agosto, recibiendo en los caminos y pueblos  del tránsito la misma acogida fervorosa y los mismos tributos de patriótico entusiasmo que le habían dispensado los demás departamentos que había visitado"

6 de agosto.- INDEPENDENCIA.- Primer aniversario de la victoria de Junín que abrió las puertas a la libertad largamente soñada y denodadamente peleada por conseguirla. Al fin el día había llegado para proclamar el Acta de la Declaración de la Independencia de Bolivia.

Don José Mariano Serrano fue el encargado de redactarla, firmando los representantes de los pueblos del Alto Perú, documento que encierra el más trascendental acto de nuestra historia republicana..

7 de agosto.- En la Catedral Metropolitana, el Cabildo Eclesiás­tico celebró un oficio solemne de acción de gracias al Todopoderoso, por lograr el triunfo de la libertad y la Fundación de la República.

10 de agosto.- El Mariscal Sucre recibió en la Paz, una comunica­ción oficial por la que le informaban de la declaración hecha por la Asamblea Constituyente, con relación al decreto de convocatoria,  y publicación de un texto de la resolución, señalando tres días de fe­riado y concediendo ascenso a todos los jefes y oficiales altoperuanos.

11 de agosto.- REPUBLICA BOLIVAR.- Por Decreto firmado el 11 de agosto de 1825, al nuevo Estado se le dio el nombre de República de Bolívar; se confirió el Supremo Poder Ejecutivo de la Nación al Libertador Bolívar, con el rango de Presidente Perpetuo. En esta fecha el Libertador estaba en Pomata, en viaje de Puno a La Paz. A la capital se le dio el nombre de Sucre; también se consagró como día de la Patria el 6 de agosto, evocando la batalla de Junín, y el 9 de diciembre, por la Bata­lla de Ayacucho.

11 de agosto.- Antonio José de Sucre encargado inmediato del Mando de los departamentos de la República Bolívar, en ausencia del Libertador. Decreto de la Asamblea.

11 de agosto.- La Asamblea Deliberante del Alto Perú, por Ley de 11 de agosto de 1825, determinó que la flamante capital de la Repú­blica  se llamara Sucre, en homenaje al Gran Mariscal de Ayacucho.

Más tarde, por Ley de 1o. de julio de 1836, el Congreso Constitu­yente declaró a Sucre, como capital Provisional de Bolivia.

Después por Ley de 12 de julio de 1839 decretó el Congreso Cons­tituyente como Capital definitiva de la República a la ciudad de Sucre.

12 de agosto.- Bolívar ingresa al territorio por Copacabana, y por disposición del Decreto de la Asamblea General del 11 de agosto, ejerce desde ese momento el Supremo Poder Ejecutivo.

13 de agosto.- PERU.- Por nota expedida en Copacabana a 13 de agosto de 1825, al día siguiente de su ingreso a territorio de la República Bolívar, el Libertador dispone que desde la fecha quedan reasumidas en el Consejo de Gobierno del Perú las facultades que le fueron concedidas por el Congreso, reservándose únicamente las que tengan relación con la Autoridad Militar y la facultad de resolver las dudas.

13 de agosto.- La Asamblea General de la República Bolívar, por su Decreto de 13 de agosto establece que el nuevo Estado se declara Representativo, Republicano, Concentrado, General y uno para toda la República y sus Departamentos; se ejercerá  por los tres Poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judiciario, separados y divididos entre sí.

15 de agosto.- La Asamblea decidió constituir la delegación que debía hacerse presente ante S.E. el Libertador y presen­tarle público, respetuoso y expresivo testimonio del eminentísimo grado en que la República Bolívar estima, admira y reconoce el heroísmo, sacrificio, constancia y gloria con que ha salvado a Colombia, del poder ominoso de España y consolidado la independencia de otros Estados.

17 de agosto.- Por Decreto de la fecha, emanado de la Asamblea Constituyente, se determinó los colores de la bandera de la flamante República.

El color punzó ocupará  el centro de una faja y el verde a los extre­mos. Asimismo se diseñó el Escudo de Armas, formado por un óvalo trazado sobre fondo verde, rodeado por ramas de laurel y olivo y al centro una estrella dorada.

El escudo estaba dispuesto sobre la faja central de la enseña; tanto la Bandera como el Escudo de Armas fueron, posteriormente, modifi­cados.

17 de agosto.- A la Asamblea Constituyente también le corres­pondió ordenar por decreto la acuñación de monedas de la República.

Una vez nombrado el primer Presidente de la Nación, en la persona del Libertador Simón Bolívar, se reglamentó la forma, peso y valor de las monedas de la joven Nación, que se acuñaron en plata.

18 de agosto.- Bolívar llega a La Paz. Cuando el pueblo se enteró de la llegada del Li­bertador a La Paz, la ciudad se engalanó para brindar un recibimiento digno del héroe americano. Una multitud homogénea, sin distinción de razas, jerarquía ni condición social, se volcó a las calles, para tribu­tarle el homenaje de gratitud y respeto.

Acompañado por esta multitud,  palpitante de regocijo, de recono­cimiento y con unción patriótica, desde el Alto hasta la plaza Mayor, aclamó a lo largo del trayecto.

El arco triunfal se Coscochaca se abrió para dar paso al Libertador. El Te Deum en la Catedral, el desfile del ejército vencedor de Ayacu­cho, la recepción en Palacio y la entrega de la corona de oro que ciñó su frente, fueron los actos más sobresalientes que la Nación agrade­cida tributó al Libertador Simón Bolívar.

19 de agosto.- Con la asistencia del Libertador Bolívar se celebró en la Iglesia Catedral de La Paz, el Te Deum de acción de gracias.

21 de agosto.- El Libertador Simón Bolívar al revisar los valiosos obsequios de que fuera objeto, envió al domicilio del Gral. Sucre la montura dotada con todos sus lujosos aditamentos que montó el día  de su arribo a La Paz, para que Sucre la usara.

28 de agosto.- Fueron recibidos en La Paz por S.E. el Libertador Bolívar, los diputados Olañeta, Mendizabal y el Gral. Hilarión Fernán­dez, en su calidad de delegados especiales de la Asamblea.

31 de agosto.- La Asamblea Deliberante se pronunció por la forma de gobierno central y republicano que regiría la flamante Nación.



viernes, 29 de abril de 2011

HISTORIA DE BOLIVIA

Historia de Bolivia
República de Bolivia
Bolivia, constituida el 6 de agosto de 1825 como República unitaria, libre, independiente y soberana, está ubicada en la zona central de América del Sud, entre los paralelos: 9 grados 39 minutos y 22 grados 53 minutos de latitud Sud; y entre los meridianos: 57 grados 25 minutos y 69 grados 38 minutos de longitud occidental del meridiano de Greenwich. Limita al Norte y al Este con la República Federativa de Brasil, al Sudeste con la República del Paraguay, al Sud con la República Argentina, al Sudoeste con la República de Chile y al Oeste con la República del Perú.
LLeva el nombre de Bolivia, en homenaje al Libertador Simón Bolívar. La capital de la República fue denominada Sucre, en reconocimiento al Mariscal Antonio José de Sucre.
La historia del territorio que hoy constituye la República de Bolivia se remonta a la de las culturas que se desarrollaron en la zona altiplánica, como la Viscachanense, la Ayampitinense, la Chiripa, la Wancarani, los Urus y particularmente la Tiwanacota, caracterizada como el primer Imperio Andino, en cuyos dominios se construyó la primera ciudad planificada de la región: Tiwanacu.
Otras etnias con caracteríticas propias, también forman parte de los antecedentes histórico-culturales del País. Entre ellas se destacan: en los Valles, los Yampara o Ampara y los Mojocoyas; y en la Zona Oriental, los Chiriguanos, Guarayos, Moxeños, Chapacuras, Itonomas, Movimas, Paraguaras, Iténez, Tacanas, Mosetenes y Sirionós.
Durante el desarrollo del Imperio Inca, el área que corresponde a Bolivia pasó a denominarse Collasuyo, estando predominantemente ocupada por asentamientos Aymaras.
La llegada de los españoles en 1532, desarticula la organización que durante siglos funcionó en la región, implantando una nueva estructura política institucional, apoyada en la explotación de los recursos naturales no renovables. Para cumplir con los objetivos trazados, los conquistadores organizan el territorio y fundan ciudades con funciones definidas en zonas estratégicas para sus intereses.
Durante la Colonia, al impulso de la explotación de la plata y en la época de la República, en base a la explotación del estaño, se desarrolló una economía predominantemente minera, con ocupación intensiva de mano de obra y escasas articulaciones con otros sectores de la actividad productiva.
El papel de región productora y exportadora de recursos naturales no renovables, asignado desde la Colonia, se mantuvo hasta finales de la década de 1940 y principios de 1950, cuando se iniciaron esfuerzos para diversificar la estructura productiva del País.
En la actualidad, Bolivia experimenta un proceso de redefinición de sus vínculos con la economía mundial y de reorganización de su estructura productiva, en un marco de profundización de la vida democrática y de reorientación del papel del Estado en la economía.
Departamento de Chuquisaca
Fue creado el 23 de enero de 1826, durante el gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre, está situado al sur de la República de Bolivia . Limita al Norte con el departamento de Cochabamba, al Sur con el departamento de Tarija, al Este con el departamento de Santa Cruz y la República del Paraguay y al Oeste con el departamento de Potosí.
La historia del departamento de Chuquisaca se remonta a culturas que coexistieron en la región, y que a partir de los restos de cerámicas y tejidos encontrados en Quila Quila, Maragua, Punuilla y la periferia del área que hoy ocupa la ciudad de Sucre, podrían tener una antigüedad de 10.000 años antes de nuestra era. En cuanto a la denominación de estas culturas, no existe una definición clara. En una primera instancia se las conocía con el nombre de Charcas, pero posteriores investigaciones las denominan Yamparas o Amparas y Mojocoyas.
El 16 de abril de 1540, después de cruentas batallas libradas por los nativos contra los conquistadores españoles, Don Pedro de Anzures, Marqués de Camporedondo, funda al pie de los cerros Sica Sica y Churuquella la capital de la Nueva Toledo con el nombre de La Plata, la misma que más tarde se constituiría en la capital del Departamento.
Existen hechos de gran trascendencia, tanto local como continental que tuvieron lugar en esta ciudad y que la fueron convirtiendo, a mediados del siglo XVIII, en una de las más grandes ciudades de América del Sud, la mayor después de Lima. Entre estos hechos cabe destacar la creación de la Real Audiencia de Charcas o de La Plata, con la finalidad de administrar justicia sobre los mineros de la Villa Imperial de Potosí y ser un núcleo de resistencia contra los Chiriguanos y la expansión portuguesa. Asimismo se produce la fundación, el 27 de marzo de 1624, de la Universidad Mayor de San Francisco Xavier con los títulos de Real y Pontificia.


Las ideas de rebelión existentes desde 1780, junto a las doctrinas filosóficas que se desarrollaron en los claustros de la Universidad Mayor de San Francisco Xavier, crearon el ambiente propicio para que allí se emitiera el primer grito de libertad, el 25 de mayo de 1809, dando inicio al proceso que culminó con la independencia del continente sud americano.


Otro hecho trascendental ocurrido en Chuquisaca, se produce el 6 de agosto de 1825. Después de 16 años de cruenta lucha, se firma el Acta de la Independencia y se crea la República de Bolivar. Posteriormente, en la Asamblea del 10 de agosto de 1825, se aprobó la nueva denominación de República de Bolivia, a propuesta del diputado del departamento de Potosí, Presbítero Manuel Martín Cruz, quién argumentó "Si de Rómulo: Roma, de Bolívar: Bolivia".

La ciudad, que había sido construida sobre el tolderío de los Charcas, con el nombre de La Plata, y que posteriormente había recibido la denominación de Chuquisaca, pasó a llamarse Sucre en homenaje al Mariscal Antonio José de Sucre, siendo declarada Capital de la República de Bolivia. De esta forma, comenzó a ser conocida como la "Ciudad de los Cuatro Nombres". Su trazado se basa en manzanas cuadradas y calles rectas en torno a la plaza mayor, característica propia de las ciudades españolas en América. Se encuentra dominada por la arquitectura propia de la época colonial: casas con techo de tejas, patios con fuentes centrales y pórticos labrados. Por estar pintada con cal, también se la conoce como la "Ciudad Blanca".
La Casa de la Libertad, construida en 1621, fue sede del Congreso Nacional desde1825 hasta 1899. En ella se encuentra el Salón de la Independencia, donde se reunió el primer Congreso Constituyente de la Nación y se firmó el Acta de la Independencia del País. Entre otras construcciones se destaca el Palacio Arzobispal, construido en 1609; la Catedral Metropolitana, iniciada en 1559; numerosas iglesias y conventos edificados durante la Colonia y la Biblioteca Nacional, que cuenta con recursos documentales exclusivos publicados desde 1492, y más de 100.000 volúmenes; y el Archivo Nacional que cuenta con documentos inéditos desde 1546 hasta la fecha, conservados en más de 2.000 metros lineales de archivo.
Departamento de La Paz
El departamento de La Paz, creado el 23 de enero de 1826 durante el gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre, está situado al Oeste de la República de Bolivia. Limita al Norte con el departamento de Pando, al Sud con el departamento de Oruro, al Este con los departamentos de Cochabamba y Beni y al Oeste con la República del Perú y la República de Chile.
En la zona altiplánica que abarca este Departamento, se desarrollaron culturas que datan de hasta 60.000 años A.C. como la Vicachanense, y otras que remontándose a 1.200 años A.C. alcanzaron gran influencia debido a su avanzada organización socio-económica, como la hiripa, la Wancarani y particularmente la Tiwanacota, caracterizada como el primer imperio andino, en cuyos dominios se construyó la primera ciudad planificada de la región: Tiwanacu.


De la cultura Tiwanacota quedan en la actualidad expresiones líticas de gran importancia, como el templo de Kalasasaya que tiene una superficie aproximada de 2 hectáreas, como también el templo de Pumapunku, la pirámide de Akapana, el templete semisubterráneo y la renombrada Puerta del Sol.

Posteriormente, durante el desarrollo del Imperio Inca, la parte del Altiplano Boliviano, que actualmente contiene a La Paz, pasó a denominarse Collasuyo, estando predominantemente ocupada por asentamientos Aymaras.

La llegada de los españoles en 1532, desarticula la organización que durante siglos funcionó en la región, implantándose una nueva estructura política institucional, apoyada en la explotación de los recursos naturales no renovables. Para cumplir con el objetivo de disponer de un centro intermedio entre las minas y la costa, se funda el 20 de Octubre de 1548 la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, Sede del Gobierno Nacional desde 1899.
La ciudad de La Paz, construida en base a un trazado de manzanas cuadradas y calles rectas en torno a la plaza mayor, como todas las ciudades españolas en América, mantiene aún estas características en parte de la zona central. Debido al desarrollo no planificado de la ciudad, ésta se extendió en forma lineal, condicionada por la existencia de múltiples ríos y quebradas. Las zonas comerciales están dominadas por altos edificios y las áreas residenciales se encuentran diferenciadas por la topografía y las características climáticas.
En los últimos años, como consecuencia de las importantes migraciones del campo hacia la ciudad, se conforma, con perfiles socio-económicos particulares, la ciudad de El Alto, en la meseta altiplánica colindante al Oeste de la quebrada paceña.
La atracción ejercida por la conurbación La Paz - El Alto, ha sido de tal magnitud, que prácticamente no se presentan en el Departamento, otros conglomerados que compitan como polos de desarrollo urbano. La ciudad de Viacha, con casi 20 mil habitantes, pertenece a su área de influencia.
El papel asignado desde la colonia a la ciudad de La Paz, la convirtió en el centro social, económico y político más importante del país y de la región andina, característica que sigue manteniendo en la actualidad.
Departamento de Cochabamba
El departamento de Cochabamba, creado el 23 de enero de 1826 durante el Gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre, está situado en la zona central de la República de Bolivia. limita al Norte con el departamento del Beni, al Sud con los departamentos de Potosí y Chuquisaca, al Este con el departamento de Santa Cruz y al Oeste con los Departamentos de La Paz y Oruro.
El nombre de Cochabamba tiene su origen en las voces nativas "Cocha" y "Phampa" que significan pampa anegadiza o húmeda.
Históricamente, en el área que hoy corresponde al departamento de Cochabamba, coexistieron diversas etnias que se dedicaban al cultivo de productos agrícolas nativos.
Durante la colonia, la nueva estructura política e institucional que se impone, altera el ordenamiento existente. Aprovechando las características climáticas y geográficas de la zona, se consolida un asentamiento de tipo agrario para abastecer a los centros de producción minera. El 15 de agosto de 1571, el Capitán Gerónimo de Osorio funda la ciudad de Cochabamba, con el nombre de Villa Oropeza. El 1o. de enero de 1574, la ciudad es nuevamente fundada, por Sebastián Barba de Padilla.
La zona central de la ciudad de Cochabamba mantiene hasta el presente, su trazado inicial de manzanas cuadradas y calles rectas, en torno a la plaza mayor. La expansión urbana de la ciudad sobrepasó actualmente los límites de la provincia Cercado, desarrollando su estructura hacia el Oeste en la provincia de Quillacollo y hacia el Este en la provincia Chapare, integrándose en un área metropolitana con los centros urbanos de Quillacollo y Sacaba.
Departamento de Oruro
El departamento de Oruro, creado el 5 de septiembre de 1826 durante el gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre, está situado en la región occidental de la República de Bolivia. Limita al norte con el departamento de La Paz, al sur con el departamento de Potosí, al este con los departamentos de Potosí y Cochabamba, y al oeste con la República de Chile.
La historia de Oruro se remonta hasta los Urus, una de las culturas más antiguas del continente. También habitaban en este departamento varias etnias Aymaras como los Carangas, Quillacas y los Soras. La conquista española, al enterarse de su enorme potencial minero lo denominó la "mesa de plata", fundando allí el 1º de noviembre de 1606 la actual ciudad de Oruro con el nombre de Real Villa de San Felipe de Austria, en honor del monarca reinante Felipe III.
Durante la Colonia, la nueva estructura política e institucional que se impuso en base a sus importantes riquezas, le proporcionó progreso y adelanto. Sin embargo, influyó negativamente en el desarrollo de las culturas autóctonas. El paisaje natural, se vio severamente afectado por la gran demanda de madera por parte de la actividad minera, que llegó al agotamiento de la vegetación originaria. Hoy sólo existen pequeños y degradados bosques ubicados en reducidos e inaccesibles lugares. Este fenómeno repercutió en forma directa en la fauna de la región, que al quedar privada de su habitat natural se redujo drásticamente.
Desde la independencia y hasta nues tros días, Oruro no dejó de ser un enclave minero principalmente en base a la explotación del estaño. En el departamento también se encuentra el complejo metalúrgico de Vinto, ubicado a 6 Km de la ciudad de Oruro. El mismo está constituido por tres plantas industriales: la fundición de estaño de media y alta ley, la fundición de antimonio y la fundición de estaño de baja ley.
La actividad predominantemente minera del departamento, con ocupación intensiva de mano de obra y de gran importancia para la economía del país, se ha visto severamente afectada a raíz de la caída de los precios de los minerales en el mercado internacional, y asimismo por el deterioro y falta de modernización de las condiciones tecnológicas y de la modalidad de producción. Consecuentemente, su estructura ocupacional sufrió importantes cambios agudizándose la falta de oportunidades de trabajo. Esta situación derivó en el proceso denominado de "relocalización", que movilizó grandes contingentes de trabajadores hacia otras áreas geográficas del territorio nacional, determinando el estancamiento del crecimiento poblacional puesto en evidencia entre los censos de 1976 y 1992.
La capital del departamento es la ciudad de Oruro, una de las más grandes poblaciones de la zona central del altiplano. Fue trazada con las características propias de las ciudades españolas de Latinoamérica, en manzanas cuadradas y calles trazadas a cordel en torno a la Plaza Mayor.
Se la conoce como la "capital folklórica de Bolivia" por desarrollarse allí la fiesta del carnaval, reconocida como uno de los espectáculos más fastuosos y deslumbrantes de América.
La ciudad de Oruro, si bien ha sufrido el impacto de las circunstancias señaladas en todas sus actividades y en especial en las funciones administrativas del sector minero-metalúrgico, ha continuado creciendo, pese a ello, a un ritmo bastante significativo al tener que absorber una parte importante de los flujos migratorios generados desde el área rural del departamento.
Departamento de Potosí
El Departamento de Potosí, creado el 23 de enero de 1826 durante el gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre, está situado al sur oeste de la República de Bolivia. Limita al norte con los departamentos de Oruro y Cochabamba, al sud con la República Argentina, al este con los departamentos de Chuquisaca y Tarija y al oeste con la República de Chile.
El nombre de Potosí se origina con el descubrimiento del Cerro Rico de Potosí, cerro que atesoraba una gigantesca riqueza minera. Su explotación comenzó en el año 1545, con leyes de plata que alcanzaban de 1.500 a 9.000 onzas por tonelada a 25.5% de plata). Durante la Colonia, fueron abiertas alrededor de cinco mil bocaminas y millones de mitayos ofrendaron sus vidas para extraer la plata de los socavones, en condiciones de trabajo extremadamente rigurosas. El 10 de abril de 1545, los españoles fundan al pie del Cerro Rico la actual capital del departamento: la ciudad de Potosí, con el nombre de la ilustre "Villa Imperial de Carlos V". Debido a la refinación de mineral y la acuñación de monedas, esta ciudad concentró a mediados del siglo XVII aproximadamente 200.000 habitantes convirtiéndose, en esa época, en la más grande de Sud América y en una de las más populosas del mundo.
En la actualidad la ciudad de Potosí ha sido declarada "Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad". Tiene las características de una ciudad museo y expresa su historia y esplendor colonial en la arquitectura de sus templos, en sus edificios barrocos, en sus calles sinuosas y angostas, y en sus balcones, típicos de aquellas épocas.
Entre las edificaciones existentes, se destacan la Casa de la Moneda, la portada de la Iglesia de San Lorenzo, y los templos de San Francisco, Santo Domingo, San Bernardo, San Benito, etc.
También constituyen centros de interés histórico las lagunas artificiales, construidas durante la Colonia en la serranía de Kari Kari, que aún en la actualidad son la fuente de abastecimiento de agua para la ciudad de Potosí.
Durante la Colonia, Potosí creció al impulso de la explotación de la plata y en la época de la República mantuvo su crecimiento en base a la explotación de estaño. Luego de conocer un período de esplendor, la ocupación intensiva de mano de obra necesaria para la explotación mediante trabajos subterráneos, y por la obsolescencia y deterioro de la infraestructura tecnológica, fueron determinando altos costos de producción. El efecto conjugado de las dificultades de competitividad y la severa caída de los precios en el mercado internacional, afectaron drásticamente a las actividades mineras y consecuentemente determinaron importantes cambios en la estructura ocupacional del departamento. Esta situación derivó en el proceso denominado "relocalización" que movilizó grandes contingentes de trabajadores hacia otras regiones del país.
Por otra parte, los períodos de intensas sequías que ha sufrido el Departamento, llegando incluso al desabastecimiento de agua potable para la ciudad de Potosí, contribuyó al proceso emigratorio que ha causado profundas transformaciones sociodemográficas en el Departamento.
Departamento de Tarija
Tarija, creada el 24 de septiembre de 1831, durante el Gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz, está situado al Sud de la República de Bolivia, limita al Norte con el departamento de Chuquisaca, al Sud con la República Argentina, al Este con la República del Paraguay y al Oeste con el departamento de Potosí.
Francisco de Toledo, desde Chuquisaca, con el objetivo de ofrecer resistencia a las violentas incursiones de los Chiriguanos y de constituir un núcleo que vincule el Norte con el área del Río de La Plata, designa al Capitán Luis de Fuentes y Vargas para proceder a la fundación de la Villa de San Bernardo de la Frontera. Esta misión se cumple el 4 de julio de 1575, en los valles ya explorados por Bernardo de Tarixa, del cual deriva el actual nombre de la Ciudad y del Departamento.


De acuerdo a la Cédula del 17 de febrero de 1807, Tarija es anexada a la jurisdicción de Salta, lo que ocasiona manifestaciones de protesta por parte de los pobladores que se resistían a dejar de formar parte del Alto Perú, región con la que se sentían más identificados.

Desde esta fecha, Tarija ofrece múltiples expresiones de integracionismo, siendo reconocida recién en 1831, como parte del territorio boliviano. En 1839 adquiere la categoría de Departamento, luego de que en 1825, sus representantes fueron rechazados del Congreso Boliviano y de haber obtenido en 1826, la designación de Provincia, por el Congreso Constituyente de las Provincias Unidas del Río de La Plata.

La ciudad de Tarija se encuentra ubicada en las riberas del Río Guadalquivir y fue construida en base a un trazado de manzanas cuadradas y calles rectas en torno a la plaza mayor, de acuerdo a las características propias de las ciudades españolas en América. En la actualidad mantiene esa arquitectura de la época colonial, que le ha valido la denominación de "La Andalucía de Bolivia".


Entre las edificaciones existentes, se destaca el Convento Franciscano, La Iglesia de la Catedral y la Iglesia de San Roque.

En el valle de Tarija se han encontrado cantidades importantes de fósiles correspondientes a la era terciaria y cuaternaria, lo que ha despertado mucho interés por parte de investigadores e historiadores.

Departamento de Santa Cruz
El departamento de Santa Cruz, creado el 23 de enero de 1826 durante el Gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre, está situado en la región Oriental de la República de Bolivia. Limita al Norte con el departamento del Beni, al Sud con el departamento de Chuquisaca y la República del Paraguay, al Este con la República del Brasil y al Oeste con los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca.
El capitán español Ñuflo de Chávez, procurando encontrar el Dorado o El Gran Paitití, realiza durante años una profunda exploración del área de la Chiquitanía, fundando el 26 de febrero de 1561 la actual ciudad capital del Departamento, con el nombre de Santa Cruz de la Sierra. De esta manera se consolida la presencia española en la Chiquitanía, constituyéndose en una barrera para el expansionismo portugués sobre el Iténez y el Mato Grosso. Asimismo, se constituye en un centro de irradiación catequista a través de las misiones jesuitas que paralelamente convierten a la región en una importante proveedora de productos agrícolas, textiles y artesanales.
Desde la independencia y hasta aproximadamente 3 décadas, el departamento de Santa Cruz se vio postergado con relación al resto de la República, debido a la carencia de vías de comunicación.
La construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz, produce un impacto positivo en el desarrollo de la agricultura y de la ganadería. El proceso de expansión de la economía del Departamento, se ve asimismo ecelerado por el descubrimiento y explotación de los depósitos de petróleo y gas natural.
En la actualidad, el departamento de Santa Cruz presenta una expresión de su desarrollo y dinámico progreso, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Allí se puede diferenciar, el trazado colonial de manzanas cuadradas y calles rectas en torno a la Plaza de Armas "24 de Septiembre", del trazado moderno y planificado en base a amplias avenidas que circundan el casco antiguo en una serie de anillos, siendo la única ciudad de Bolivia que se desarrolla de acuerdo a una planificación preestablecida.
No se puede dejar de mencionar al fuerte de Samaipata considerado una de las expresiones más importantes de la arquitectura rupestre. Se trata de una formación natural de roca con figuras talladas y otros motivos, ubicado a 120 Km. al Oeste de la ciudad de Santa Cruz, junto a un área de aproximadamente 30 hectáreas, que contiene restos de una población prehispánica, presumiblemente preincaica o incaica.
Departamento de Beni
El departamento del Beni, creado el 18 de noviembre de 1842, durante el Gobierno del General José Ballivián, está situado al Noreste de la República de Bolivia. Limita al Norte con el departamento de Pando, al Sud con los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, al Este con la República del Brasil y al Oeste con el departamento de La Paz.
La historia de la región que hoy corresponde al departamento del Beni, se remonta a la existencia de diversos grupos étnicos, cada uno con características propias. Entre otros, se pueden citar a los Moxeños, Chapacuras, Itonamas, Canichanas, Movimas, Cayuvabas, Pacaguaras, Iténez, Tacanas, Maropas, Yacarares, Mosetenes y Sirionós. En la época del desarrollo del Imperio Incaico, estos grupos sufrieron incursiones que tenían el objetivo de conquistarlos y usufructuar las riquezas naturales existentes.
Durante la Colonia, España, para hacer frente al expansionismo portugués, faculta a la Real Audiencia de Charcas, para que tenga jurisdicción sobre las regiones de Moxos y Chunchos. La penetración de los españoles en la región, resultó frustrada por las condiciones naturales adversas. Lo mismo ocurrió con los intentos iniciados por grupos religiosos en 1586.
En 1597, la Corona de España encomienda a la Orden de la Compañía de Jesús, la fundación de misiones entre la población nativa. Este proceso se inicia con la llegada de los Jesuitas a la región habitada por los Moremonos en 1675.
En base al acercamiento pacífico y a pequeños obsequios, consiguen fundar en 1682, la primera de varias misiones, con el nombre de Nuestra Señora de Loreto. En 1686 el Padre Cipriano Barace funda la Segunda Misión, con el nombre de Santísima Trinidad.


Bajo la dirección de los Padres Jesuitas, los nativos se dedicaban a la agricultura y a la ganadería. También producían telares y objetos de alfarería en cantidades suficientes como para abastecer a toda la región. La prosperidad existente, que consolidaba la presencia y la conquista española, se corta a partir de 1767, cuando se expulsa a la Orden de la Compañía de Jesús, de España y de todas sus Colonias.

A partir de esa época y hasta nuestros días, la ganadería ha sido la actividad predominante en el Departamento.

Departamento de Pando
El departamento de Pando, fue creado el 24 de septiembre de 1938 durante el gobierno del Teniente Coronel Germán Busch. Está situado al norte de la República de Bolivia, limita al Norte con la República del Brasil, al Sud con los departamentos de La Paz y Beni, y al Oeste con la República del Perú.
La capital del departamento de Pando es la ciudad de Cobija, fundada el 9 de febrero de 1906 con el nombre de Bahía. Es una ciudad tropical de 10.001 habitantes situada a orillas del río Acre, rodeada del eterno verde de la selva. Lleva el nombre de Cobija en memoria del puerto perdido, junto al Litoral, en la guerra del Pacífico.
Denominada también "La Perla del Acre" y "El Benjamín" de la familia boliviana, ha basado su economía desde su creación, en la recolección de la castaña y la goma elástica o caucho.